El surco nasogeniano —esas líneas que bajan desde la nariz hasta las comisuras de la boca— es una de las primeras señales de envejecimiento que más preocupa a partir de los 35–40 años. No son solo “arrugas de la sonrisa”: se acentúan con la pérdida de colágeno, la gravedad y los gestos repetidos, dando una apariencia cansada o envejecida incluso en mujeres con energía y vitalidad.
La buena noticia es que no necesitas recurrir a bótox ni cirugía para suavizarlos. Existen hábitos, ejercicios, cuidados cosméticos y trucos de estilo que pueden ayudarte a reducirlos y recuperar un aspecto más fresco.
¿Por qué aparecen los surcos nasogenianos?
- Pérdida de colágeno y elastina a partir de los 30–35 años.
- Movimientos faciales repetitivos como sonreír o fruncir.
- Gravedad: la piel pierde firmeza y tiende a “caer”.
- Falta de hidratación que marca más las líneas.
- Factores externos: sol, tabaco, estrés o mala alimentación.
Soluciones prácticas para suavizarlos
1. Hidratación y activos antiedad
La clave es mantener la piel nutrida y flexible. Ingredientes como colágeno hidrolizado, ácido hialurónico y vitaminas antioxidantes ayudan a rellenar y alisar las líneas desde dentro.
Un formato práctico son los bálsamos en stick, que permiten aplicar el producto directamente en los surcos en cuestión de segundos, incluso sobre la marcha.
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2. Masajes faciales
Un masaje diario de 3 minutos ayuda a estimular la circulación y relajar la tensión de los músculos que marcan el surco. Realiza movimientos ascendentes desde las comisuras hacia los pómulos, siempre con una crema o bálsamo nutritivo.
3. Ejercicios de yoga facial
Ejemplo rápido: coloca dos dedos en las comisuras, sonríe intentando resistir la presión de los dedos y mantén 5 segundos. Repite 10 veces. Fortalece los músculos y reduce la profundidad de la arruga.
4. Protección solar diaria
El sol degrada el colágeno y acelera la aparición de arrugas. Usa siempre un protector solar SPF 30+ incluso en días nublados.
Errores comunes que los empeoran
- Fumar: acelera la pérdida de colágeno y elasticidad.
- No hidratar la piel: la deshidratación hace que se marquen más.
- Usar bases de maquillaje muy pesadas: se acumulan en los pliegues y los acentúan.
- Descuidar el descanso: dormir mal hace que la piel pierda luminosidad y firmeza.
Protocolo exprés (5 minutos al día)
- Limpieza suave para preparar la piel.
- Aplicar bálsamo con colágeno directamente en los surcos.
- Masaje ascendente con los dedos durante 2 minutos.
- Protección solar antes de salir de casa.
Conclusión
Los surcos nasogenianos no son inevitables. Con una rutina constante, masajes sencillos y productos específicos que hidraten y rellenen como el Bálsamo de Colágeno Antiarrugas, es posible suavizarlos visiblemente sin recurrir a procedimientos invasivos. La constancia es la clave: unos minutos al día pueden marcar la diferencia en cómo se ve y se siente tu piel.